Historia
Estas tierras estuvieron pobladas durante la Edad de Bronce, también por los íberos y por los romanos (a quienes debe su nombre actual, El Villar = conjunto de Villas), prueba de ello son los numerosos hallazgos pertenecientes a dichas civilizaciones. Los árabes también se asentaron (a ellos debe su primer nombre, Benaduf = "el que toca el pandero", derivado de la tribu bereber que aquí se estableció). Posteriormente, Jaime I donó la población en señorío a D. Fernando Díaz en1236, dependiendo después de D. Hurtado Ruiz de Lihory y de la Baronía de Andilla, hasta que en 1300 pasó a formar parte de la Baronía de Chulilla y con ello patrimonio de la Mitra Valentina. Su palacio Arzobispal fue propuesto al emperador Carlos V como residencia para curar su enfermedad. Lleva el sobrenombre "del Arzobispo" porque el 7 de mayo de 1795 se lo concedió el rey Carlos IV al tiempo que le otorgaba el título de Villa Real. Durante las guerras carlistas, en el siglo XIX, el conjunto de la torre de la iglesia y del palacio fue cuartel general de las tropas carlistas. En el pueblo y durante la guerra civil española se situó la retaguardia del frente de Teruel y contó con hospital de campaña, escuela de aviación, polvorín, aeródromo militar y un amplio conjunto de refugios antiaéreos. A lo largo de los siglos el crecimiento de la villa se ha debido al intenso laboreo de las tierras más cercanas (la mayoría fuera de su término).